Smart City: la realidad de las ciudades inteligentes en Portugal

Las ciudades inteligentes no son sólo una tendencia del futuro, sino que ya son una realidad y están creciendo rápidamente a medida que la tecnología evoluciona y afecta a los servicios municipales en todo el mundo.

Cada vez son más los municipios que conocen las innovaciones tecnológicas capaces de construir ciudades inteligentes, que promueven un estilo de vida saludable, el uso responsable de los espacios públicos y los recursos naturales y el desarrollo sostenible.

En la actualidad, más de la mitad de la población mundial vive en grandes centros urbanos y las estadísticas indican que en 2050 este porcentaje rondará el 70%. La alta concentración de la población en las grandes ciudades presenta una serie de retos para la gestión municipal, principalmente por la contaminación, la vivienda, la circulación o el acceso a los servicios. Gestionar esta realidad, garantizando las condiciones indispensables para una alta calidad de vida, es uno de los grandes retos de esta generación.

Las ciudades portuguesas necesitan planes de acción locales urgentes para gestionar un conjunto de herramientas inteligentes que ya han instalado.

Pero, después de todo, ¿qué es una ciudad inteligente?

La Unión Europea define las ciudades inteligentes como un conjunto de sistemas y personas que interactúan de forma inteligente utilizando energía, materiales, servicios y recursos de forma sostenible. Representan una especie de fusión entre los ciudadanos y los sistemas que se mueven en armonía, buscando garantizar el desarrollo sostenible de los espacios urbanos. En definitiva, las ciudades inteligentes son aquellas que invierten en Tecnología para el desarrollo de servicios más inteligentes, deseables y sostenibles.

La importancia de la tecnología para la calidad de vida de la población

Con el avance de la transformación digital en el mercado, el crecimiento de internet y la facilidad de adquisición de dispositivos móviles y digitales, tanto las personas como las empresas son cada vez más adeptas a los servicios y productos tecnológicos.

Este tipo de soluciones suelen ofrecer más facilidades y ventajas a la población que los modelos tradicionales. Una práctica que muestra estas ganancias puede verse en las ciudades inteligentes que adoptan, por ejemplo, un sistema inteligente para la gestión de los aparcamientos. A través de este software, las ciudades inteligentes garantizan una estrategia de aparcamiento que combina la tecnología y la innovación humana en un esfuerzo por utilizar el menor número posible de recursos -como el combustible, el tiempo y el espacio-. De este modo, las nuevas tecnologías contribuyen directamente a la calidad de vida de las personas al facilitar y optimizar sus actividades cotidianas, ya sean relacionadas con la movilidad urbana, el trabajo, el entretenimiento o la educación.

La realidad portuguesa

En Portugal, el 65% de la población vive en ciudades, que son responsables del 74% de las emisiones de dióxido de carbono. Valores que refuerzan la importancia de las ciudades para la agenda nacional de sostenibilidad.

Además, a nivel nacional, existen actualmente dos realidades distintas. Por un lado, los grandes centros urbanos, desarrollados y superpoblados. Por otro lado, el de las regiones periféricas e interiores con graves problemas de asentamiento y atracción de población. Afrontar los retos de estas realidades implica la adopción de iniciativas de Smart City que garanticen el desarrollo sostenible de los espacios urbanos.

Sin embargo, en la última década ha habido una evolución muy lenta en la adopción de nuevos procesos de inteligencia urbana en Portugal. Salvo algunas excepciones, la mayoría de las inversiones en nuevas tecnologías para ciudades inteligentes carecen de un contexto global y acaban siendo procesos excepcionales.

Para contrarrestar esta tendencia, las ciudades necesitan planes de acción locales para gestionar un conjunto de herramientas inteligentes que ya han ido instalando y que deberían contribuir a la resolución de varios problemas.

En este sentido, un proyecto de ciudad inteligente debe ser transversal a todos los departamentos y sectores de una ciudad/municipio. Además, debe contar con un fuerte apoyo político y centrarse en una única dirección: el desarrollo sostenible y el progreso basado en decisiones eficientes, inteligentes y equilibradas.

Estrategia Nacional de Ciudades Inteligentes

En 2015 se publicó la estrategia Ciudades Sostenibles 2020, que concretó las opciones estratégicas para el desarrollo sostenible de las ciudades, constituyendo un marco de referencia para los municipios y otros agentes urbanos en materia de desarrollo territorial.

Sin embargo, en la práctica, no existe una fuerza motriz eficaz para la transformación. Desde 2020, los municipios han dado prioridad a la lucha contra la pandemia y han canalizado muchos de los recursos para mitigar sus efectos devastadores.

Los dos últimos años han resultado ser años perdidos para las inversiones en el desarrollo de Planes Estratégicos Integrados y Hojas de Ruta de Ciudades Inteligentes. Este retraso es algo que quiere cambiar el Gobierno, que se ha comprometido a aprobar la Estrategia Nacional de Ciudades Inteligentes a finales de este año, una medida prevista en el Plan de Acción para la Transición Digital. Se trata de una iniciativa para la integración de proyectos de ciudades inteligentes con objetivos bien definidos para los próximos años.

Ciudades portuguesas que invierten en iniciativas de Smart City

A nivel nacional, algunas ciudades están destacando por sus esfuerzos para transformar algunos de sus servicios en ofertas más sostenibles.

Lisboa

La capital portuguesa fue elegida Capital Verde Europea en 2020. El título fue concedido por haber establecido varios objetivos de eficiencia energética y neutralidad de carbono en varios servicios de la ciudad, concretamente en energía, agua, movilidad, residuos e infraestructuras verdes y biodiversidad.

Porto

Oporto ha invertido en movilidad, transición energética y nuevos productos o servicios más sostenibles. Entre varios proyectos, destacan el Porto Energy Hub y la apuesta por los espacios verdes.

Guimarães

En 2020, Guimarães recibió la distinción «100 Smart Cities» otorgada por la Comisión Europea. El municipio pretende ser un Laboratorio del Futuro y está trabajando en proyectos transformadores en 12 sectores desafiantes para las ciudades, concretamente en energía, agua, movilidad, futuro del trabajo, residuos y vivienda, entre otros.

Loulé

Con el objetivo de acelerar la transición energética, el municipio de Loulé viene actuando en los ámbitos de la eficiencia energética, la movilidad, la gestión y el uso de los recursos naturales, desarrollando soluciones que faciliten los trámites relacionados con estos temas. Además, el municipio ha dotado a sus ciudades de acceso gratuito a la red Wi-Fi y ha instalado MUPIS para mejorar la comunicación con sus ciudadanos.

Una forma de gestionar los recursos más inteligente, eficiente y respetuosa con el medio ambiente

Civi ofrece un conjunto de soluciones tecnológicas, desarrolladas y seleccionadas, con el objetivo de crear servicios más inteligentes, deseables y sostenibles. Se inspira en el concepto de ciudad inteligente, que integra la tecnología para crear centros urbanos inteligentes, optimizando las operaciones, reduciendo los costes y mejorando la calidad de vida.

Un ejemplo de solución Civi en acción es la implantación de la solución Smart Energy en el Ayuntamiento de Loulé, como parte de la estrategia del municipio para combatir los retos asociados al cambio climático. La implantación de la solución constituye un hito importante para la sostenibilidad energética en la gestión del municipio, con el objetivo no sólo de reducir el consumo de la factura municipal, sino también de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

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